Un reconocimiento a quienes sostienen vidas con su entrega
Para conmemorar el Día internacional de las Personas con Discapacidad, desde Afecto Mariposa queremos ensalzar y agradecer la labor de madres, padres, hermanos, profesionales y voluntarios que dedicamos una gran parte de nuestra vida al cuidado y acompañamiento de las personas con discapacidad.
Nuestra dedicación y amor incondicional permiten que muchas personas pueden disfrutar de una vida más plena y digna. Los cuidadores estamos ahí para dar apoyo emocional, físico y psicológico; para mantener rutinas, calmar miedos, celebrar pequeños y grandes logros, y, fundamentalmente, para estar presentes cuando nadie más puede hacerlo. Es una labor que exige renuncia, esfuerzo, empatía y un cariño que no se agota, aunque a veces pase desapercibido y no se valore.
Quienes cuidamos, sabemos que muchas veces dejamos de lado nuestras propias necesidades, el descanso, el tiempo libre… para priorizar el bienestar de otra persona. Esa renuncia, casi siempre silenciosa, es una muestra de humanidad que merece ser reconocida.
Nuestra labor no solo cambia la vida de quienes cuidamos, sino que también contribuimos a construir una sociedad más justa, solidaria e inclusiva. Enseñamos, con nuestro ejemplo, la importancia de mirar a los demás con otros ojos.
Pero esta labor esencial exige también un respaldo social e institucional:
- Que se reconozca oficialmente el papel del cuidador y se le otorguen derechos propios.
- Un apoyo económico justo, acorde a la importancia de su labor.
- Oportunidades de formación continua.
- Redes de apoyo emocional y psicológico, que ayuden a evitar el desgaste.
- Medidas que faciliten la conciliación y el descanso
El cuidado es uno de los pilares de nuestra sociedad, y quienes lo ejercemos, merecemos tanto apoyo como el que aportamos.