Cuando nuestros hijos llegan a cierta edad, pero sobre todo a cierto tamaño y peso, entrar en el coche se asemeja más a una competición de levantamiento de peso y contorsionismo, que a otra cosa.
Por suerte, existen soluciones para ayudarnos en el transporte de una persona que se desplaza en silla de ruedas. Hablaremos aquí de algunas de estas opciones.
RAMPA Y PLATAFORMA
La primera opción que probablemente nos venga a la cabeza es la rampa del maletero para subir la silla de ruedas.
- Rampa fija: se dobla en 2 o 3 partes y se guarda en vertical detrás del asiento, tocando la puerta del maletero.
- Rampa maleta: se dobla y se guarda como si fuera una maleta con la ventaja de que puede ser utilizada en diferentes vehículos y también para acceder a una casa.
Para no tener que subir la silla a peso, empujándola por la rampa, cabe la opción de añadir un cabrestante que minimiza el esfuerzo.
Otra opción es la plataforma. El precio es más elevado, pero es más cómoda. Existen diferentes modelos, más o menos voluminosos, y algunos se pueden montar en la puerta lateral. De manera general, precisan ser instaladas en un coche grande (furgoneta de 9 plazas).
Estos dos sistemas -rampa y plataforma- permiten que la persona viaje en su propia silla, que queda fijada al suelo del vehículo con anclajes homologados. Tienen el inconveniente de ocupar mucho espacio (en coches de 5 plazas implica perder como mínimo 2 plazas de la fila de atrás) y de que la persona que viaja en silla acabe “en el maletero”.
TRANSFERENCIA Y GRÚA
Una opción para evitar los inconvenientes de la rampa y la plataforma es instalar una base giratoria o una tabla de transferencia (según la movilidad de la persona) en el asiento del copiloto. Hay opciones manuales o eléctricas, bases que solo giran y otras que giran y salen del coche. Sobre estas bases se instala un asiento similar al del coche o un asiento que se puede acoplar a un chasis de silla de ruedas (solo en algunos modelos concretos de chasis). Existen arneses para ayudar con la postura de la persona en el caso de los asientos, similares al de coche.
Para cargar la silla de ruedas en el maletero disponemos de grúas. Tienen pequeños motores con los que se levanta la silla. Aún así, requieren de un pequeño esfuerzo para acompañar el movimiento de la silla hasta el interior del maletero.
Hay diferentes modelos atendiendo al peso máximo que puede levantar cada uno. Por ese motivo, al valorar la instalación de una grúa, es importante tener en cuenta el peso de una futura silla de ruedas (en especial, si hay planes de cambiar a una silla motorizada).
ANTES DE COMPRAR UN COCHE (sea nuevo o de segunda mano)
Muy importante: antes de comprar un coche, conviene asegurarse de que la adaptación será viable en vuestro modelo (marca, modelo y año). ¡No os guieis solo por el tamaño! … hay otros aspectos que hay que considerar.
También puede pedirse asesoramiento en las empresas especializadas en adaptación de vehículos. No dudéis en preguntar qué modelos son los adecuados. En algunos casos, quizás os podrán ayudar en la búsqueda del vehículo, pues suelen tener acceso a vehículos de km 0 o de segunda mano que son adaptables y que están en venta en concesionarios cercanos.
La adaptación, sea cual sea, es siempre cara. Estas son las ayudas de las que disponemos:
- En la compra de un vehículo nuevo, y al poner el coche a nombre de la persona con discapacidad (aunque sea menor de edad):
- IVA al 4%
- exención del impuesto de matrícula
- Para un vehículo nuevo o de segunda mano, siempre que esté a nombre de la persona con discapacidad:
- exención del impuesto de circulación
En cuanto la adaptación del coche, las ayudas dependen de las comunidades autónomas. En Cataluña, por ejemplo, una parte de esta puede solicitarse con las ayudas PUA.
Marine Zimmer, madre de Pascal, representa a una de las familias vinculadas en la construcción de Afecto Mariposa, para aportar desde su experiencia personal con la discapacidad.
